El trabajo remunerado es un derecho para todos, y una necesidad para cualquier que quiera desarrollarse de un modo pleno en la sociedad actual.
El acceso a un trabajo digno, estable y de calidad supone una de las vías más importantes para la inserción e integración social de las personas con discapacidad, ya que el mundo laboral; fomenta la autoestima de las personas, ayuda a obtener ingresos que proporcionan independencia económica, fomenta las relaciones sociales- entre compañeros, entre otros círculos sociales-, y contribuyen a que la persona se sienta útil.
Las personas con discapacidad integramos uno de los colectivos con mayor riesgo de exclusión a la hora de acceder a un empleo, y también los que sufren una brecha salarial más importante. Si bien es cierto que en nuestro caso la brecha de género es menor, también existe.
De hecho, fuera de los CEE, las personas con discapacidad pueden encontrar auténticos problemas pese a las ayudas públicas, sobre todo teniendo en cuenta la complicada situación económica que tenemos en nuestro país y el elevado porcentaje desempleados entre la población en edad de trabajar en España.
Es cierto que el tejido empresarial de nuestro país no está plenamente concienciado de la riqueza que la diversidad en sus plantillas puede ofrecerles, a veces, cierran los ojos ante oportunidades que podrían llevar sus empresas a un nuevo nivel, uno en el cual el capital humano se mida por la productividad y por la calidad humana, repercutiendo ambas indiscutiblemente en la imagen de la empresa frente a la sociedad y en la responsabilidad que toda empresa tiene para con la ciudadanía.
Cada persona con discapacidad o diversidad funcional hemos de tener en cuenta nuestras circunstancias personales, y siempre que lo necesitemos tratar de acudir a alguno de los servicios de desde las instituciones públicas ponen a nuestra disposición.
Se ha de tener en cuenta que existen una serie de factores que pueden dificultar la inserción laboral de una persona con discapacidad tanto en entorno protegido como en entorno ordinario:
- Nivel educativo y/o cualificación profesional deficiente o inadaptada a las demandas del sistema productivo. Existencia de altas tasas de analfabetismo.
- Falta de motivación e información sobre cómo obtener un empleo. Ausencia de recursos o de financiación para el mantenimiento de los mismos que contribuyan a orientar a las personas con discapacidad hacia una inserción exitosa.
- Actitud negativa de una parte de los empleadores o los responsables de recursos humanos, por desconocimiento, por falta de formación o simplemente por motivaciones personales.
- Falta de motivación en las personas que acceden al empleo al no contar con las herramientas sociales pre-laborales para poder mantener un empleo estable. Nuevamente se puede paliar con formación y medios para poder ofrecer recursos a quienes lo necesitan.
- Dificultades de accesibilidad que puede en ocasiones ser un serio obstáculo para la integración laboral. La mayor parte de las personas con discapacidad no cuentan con carnet de conducir y con vehículo propio.
Además de ciertas dificultades propias de la situación en la que se encuentra cualquier persona en búsqueda de empleo, las personas con diversidad funcional se encuentran con otras barreras sociales- rechazo, limitación de oportunidades-, arquitectónicas- barraras físicas que limitan o impiden el acceso y la movilidad o la comunicación.
También nos encontramos con las barreras psicosociales- ausencias de apoyo familiar o excesiva protección del ámbito familiar-, problemas que derivan en una gran desmotivación y en una autoestima que dificulta la inserción.
La mayor parte de las personas que dan el paso de buscar un empleo han realizado un gran trabajo personal y normalmente han estado apoyados por diferentes agentes sociales – sin los cuales dicho trabajo personal seria tremendamente complicado poder llegar a realizarlo-, los cuales contribuyen notablemente al éxito de las inserciones laborales de personas con discapacidad que se llevan a cabo tanto en CEE como en empresas ordinarias.
¡Hasta la próxima!
Verónica Salvadores
Directora de RR.HH