En todos los parajes fantásticos aparecen los duendes, y nuestro “Camí de Cavalls” no iba a ser menos…

Son cuatro seres fantásticos que trabajan muy duro durante todo el año, para mantener  accesible para todos nosotros este precioso camino que recorre ciento ochenta y cinco kilómetros del perímetro de nuestra isla.

Lo hacen muchas veces a pie, debido al imposible acceso con su todoterreno, debiendo cargar muchas veces sus herramientas de trabajo ( muy pesadas) a mano, y transportando materiales con una carretilla. Realmente es un trabajo muy duro.

Lluvia, viento y sol son junto con la naturaleza salvaje de la isla, son sus compañeros de trabajo.

Pocos son los que los han visto pero ahí están, cada día; cambiando señales en mal estado, pintando a mano los hitos para que nadie se encuentre desubicado en todo el trazado del camino, retirando los pinos caídos tras una tormenta, reparando las “barreres”,  retirando los “enderrosalls”, recortando y desbrozando la maleza para que no invada el trazado del camino inicial,  luchar contra la erosión del terreno producido por la lluvia o el paso de los usuarios; y así otros muchos trabajosa que hacen que podamos disfrutar y transitar por el mismo

También, pero cada vez menos, recogiendo residuos que algunos desaprensivos usuarios dejan a su paso; y eso debido a que cada día aumenta la concienciación ciudadana de la utilización respetuosa de estos espacios naturales.

Estos duendes tienen nombres, y el motivo de la presente es que todos vosotros los conozcáis, ellos son Pere, Juan, Carlos y Santi.  Excelentes trabajadores y mejores personas a las cuales quiero agradecer públicamente todo su esfuerzo en su trabajo.

Paco Olivé

Responsable de IC Serveis en Menorca